Lo finito no puede entender lo infinito.

 

 
 
Mientras el mundo de los hombres sigue corriendo, sin importar hacia donde, en un jardín una flor sigue creciendo...
Y mientras el hombre fuerza sus caminos, la mariposa vuela alto, sin saber en que pasos caminan los humanos....
Así,mientras los hombres se arrastran en busca de la satisfacción planeada, la Luz Omnipresente teje para él un manto de Luz verdadera.
Y con su mirada infinita, siempre presente en el corazón de todos los seres,espera a que descubran, uno a uno, que la paz reside en la vuelta a la ternura del Padre.
 
Camina silencioso en el templo de la vida, en la Tierra, pero recordando que tienes un cielo iluminado.
Sólo por una vez, calla tus preguntas y deja que la esencia oculta en cada cosa se manifieste.
Sólo por una vez, deja de buscar, y mira la maravilla que eres,lo vea alguien o no.
Sólo por una vez...mira a tu alrededor, y atrévete a sentir que no eres otra cosa
que un niño que cree estar perdido, porque no sabe que nunca ha dejado el regazo de su Madre Infinita.
 
El hombre pretende una historia apasionante que jamas encuentra, al no ver las maravillas cotidianas.
El hombre está disconforme, porque no hay manera de conformarse con nada si no valora la raíz de la flor antes que a la flor misma.
El hombre que cree comprender mucho y no se maravilla con el sol en la mañana,
con la luna de la noche y con el firmamento sembrado de estrellas, no puede esperar comprender más allá de los "cómo" de la vida. 
La visión de felicidad está muy lejos, y todo estará tan lejos como él esté de su propio corazón.
 
 
 
La plena felicidad puede experimentarse en cualquier ubicación, situación o circunstancias..
muchas veces, confundimos alegría con felicidad, emocionalidad con estado de conciencia...
la felicidad es posible en la Tierra, porque llega desde nosotros mismos, desde nuestra esencia espiritual,
y no desde nuestros hechos cotidianos en el mundo de las formas.
Cuando nuestro corazón está en el cielo, somos el cielo y en ese contacto con lo más alto,
reside la raíz de la plenitud tan ansiada por el hombre cansado.
 
Volvamos al corazón espiritual.
 
 
 
 
Hasta que el centro del alma no se conmueve con la Voz Omnipresente,
la mente obliga al Hombre a cumplir el rol de una máquina que repite y se hace efecto de los procesos de la Tierra.
Solo el contacto con el estado de conciencia despierta,a través del amor,
alcanzando ser cada vez más puro, es lo que eleva al humano a ser a cada momento más similar a la Causa que brilla tras todos los efectos.
 
 
 
Un corazón resplandeciente debe ser la base mucho antes que una mente brillante.

 

Hasta que el ser humano no entienda esto, el mundo avanzará pero no se elevará.
 
 
Retorna a la Luz de la mañana que mora en tu Amor. Esa es la Ley Única.
Encuentra el Jardín Sagrado del corazón, en él te espera la plenitud ansiada.