Fuego Violeta y tubo de luz
YO SOY LA LUZ DEL CORAZÓN
YO SOY la luz del corazón brillando en las tinieblas del ser y transformando todo en el dorado tesoro de la mente de Cristo.
YO SOY el que proyecta mi amor hacia el mundo, para borrar todos los errores y derribar las barreras.
YO SOY el poder del amor infinito amplificándose a sí mismo hasta que sea victorioso por los siglos de los siglos.
FUEGO VIOLETA Y TUBO DE LUZ
Ho mi constante y amante presencia YO SOY, TU LUZ DE Dios encima de mí cuyo resplandor forma un círculo de fuego ante mí para alumbrar mi camino:
Con plena fe YO SOY el que te está invocando para que coloques desde mi propia presencia divina YO SOY un gran pilar de luz alrededor de mí ahora mismo.
Mantenlo intacto en todo momento que pasa, manifestándose como un reluciente haz de bella luz de Dios a través de la cual nada humano, puede jamás pasar.
A este bello círculo eléctrico de energía cargada divinamente dirige una rápida oleada de fuego violeta de la cimiente y transmutadora llama de la libertad.
Haz que la energía siempre expandiéndose de esta llama proyectada hacia abajo al campo de fuerza mis energías humanas, cambie completamente toda condición negativa, a la polaridad positiva de mi gran ser divino.
Que el encanto de su misericordia purifique mi mundo con la luz de tal manera que todos los que entren en contacto sean siempre bendecidos con la fragancia de violetas desde el mismo corazón de Dios en memoria del bienaventurado día amaneciendo en el que toda discordia – causa, efecto, registro y memoria – es convertida para siempre en la victoriosa luz y la paz del ascendido Jesucristo.
YO SOY el que está aceptando ahora constantemente el pleno poder y manifestación de este Fiat de luz y esta invocando que entre en acción instantáneamente por mi libre albedrio otorgado por Dios y por el poder de acelerar ilimitadamente esta sagrada emisión de ayuda proveniente del mismo corazón de Dios.
Hasta que todos los hombres hayan ascendido y sean libres en Dios en la luz que nunca, nunca, nunca falla.
