Verdadero maestro, verdadero discípulo

 

 

Dos viajeros, uno que venía del norte y otro que venía del sur, se encontraron

casualmente en un punto del sendero y decidieron continuar juntos para hacer más

llevadero el camino. Uno de ellos preguntó al otro:

-¿Hacia dónde te diriges?

-Voy a donde pueda encontrar un maestro, un auténtico maestro, llevo años de búsqueda

incansable viajando por el mundo -contestó el hombre que venía del sur -pero no

desespero, sé que encontrar un auténtico maestro es muy difícil, su aparición en el

mundo es muy rara y por tanto la posibilidad de encontrarlo es también muy escasa.

-¿Y qué harás cuando lo encuentres? -volvió a preguntar cl compañero.

-¡Oh, qué gran momento será ese! Me postraré a sus pies, mi corazón se estremecerá y

mis ojos seguramente derramarán lágrimas. Dios quiera que algún día pueda vivir ese

momento -contestó. 

Pasaron las jornadas y ambos compartieron diversas vivencias cotidianas además de la

comida de cada día y el fuego por las noches.

Una mañana, el hombre que venía del norte, dijo: 

-Ha llegado el momento de separarnos, tú sigue tu camino, que yo seguiré el mío.

-¿Adónde irás? -preguntó su compañero. 

-Continuaré mi búsqueda.

-¿Qué búsqueda?

-La de un auténtico discípulo. Encontrar una persona así en el mundo es algo

extraordinariamente raro. Es verdaderamente raro que alguien sea capaz por sí mismo

primero de reconocer a un auténtico maestro, y después de mostrar el comportamiento y 

la actitud correctas que le permitan aprender. 

Instantes después, el hombre que venía del sur, pudo ver como el Maestro de su época

se alejaba por el camino.