Un nuevo cielo...una nueva tierra.

 

 
 
El nuevo cielo, la nueva tierra está en el Corazón, es la puerta de entrada.
 
Hay sólo una Verdad, vive en tu corazón.
 
Aquella verdad que habla de amor, unidad, fraternidad, que te muestra el reino de la vida donde tu existes como luz existente en muchas moradas, que han estado esperando por ti en tu corazón, una luz que se desprende del centro del universo, del mismo corazón de la Divinidad.
 
El corazón es la Luz divina enfocada sobre cada Ser, es una fuerza cósmica que hoy comienza a activarse en cada uno de nosotros.
 
Quien oiga los “latidos de su corazón” logrará activar el poder para incentivarse a conocer las verdades de su interno, aquella verdad que tiene el derecho de saber, para elevarse a los planos celestiales, al reino de los cielos.
 
En estos tiempos están abiertas las puertas de tu corazón para entrar al encuentro con tu verdadero Ser, entonces unos y otros se reconocerán en el camino, porque en sus ojos estará el brillo sin par de esta luz magnífica, porque en el contacto de sus manos la energía fluirá de una manera maravillosa, produciendo bienestar a la persona que es transmitida.
 
Es momento de prepararse para recibir este don maravilloso que llegará a cada uno en su momento preciso: será la gloria de las glorias, el instante feliz de la apertura de la mente y el corazón, una energía que fluye por todo nuestro ser, otorgando a la estructura de cada cuerpo una nueva vibración y, entonces, nuestro destino no podrá ser otro que el de Convertirnos en la nueva humanidad, hoy sembraremos la semilla, compromiso muy grande, pero a la vez es lo que desde que tenemos memoria hemos anhelado desde hace tanto tiempo.
 
 
Nada de lo que está sucediendo en este tiempo es producto de la casualidad, todo es producto del efecto de lo que cada uno desea y han sido marcadas en el universo. Los efectos se verán sutilmente ahora, seremos efectos luminosos y el sol expandirá su energía y nuestra aura crecerá más aun y beneficiará a todos los que estén a vuestro alrededor, aquellos que sin saber lo que está sucediendo, con sólo estar dentro de nuestra irradiación, sentirán una sensación agradable de paz, pero para esto debemos ser fuertes practicando siempre el amor con humildad, ingrediente principal de la transformación.
 
 
Entrega tu corazón a la Divina Luz del Universo, con amor, con fe, con paciencia, para que Él sea quien nos dé el toque luminoso, definitivo de nuestro cambio, de nuestro vuelco total al camino del Corazón, al servicio de esta humanidad doliente, de esta humanidad que en este tiempo se está acercando a su prueba máxima.
 
Cada uno somos forjadores de una nueva raza, meditemos en ello. Pensemos cada día cuando amanece y agradezcamos a Dios por tener la gran oportunidad de estar aquí y porque nos da esa maravillosa bendición de apertura de nuestras conciencias.
 
 
Es un gran momento de prepararse, hermanos de la luz y del amor, para que el Corazón encuentre un terreno fértil, y nuestro Ser vibre en la luz infinita, vibre en el amor más puro, vibre con la fuerza de mil soles que irradian Luz a todo nuestro ser, desde nuestro corazón hacia todo el cosmos, y entonces podremos sentir que hemos conseguido la unidad con nosotros mismos, que hemos logrado la unión total entre lo material y lo espiritual, que el equilibrio se ha hecho en nosotros y, entonces comprenderemos lo que no hemos sido capaces de comprender hasta hoy, porque viviremos y sentiremos en nuestros  propios cuerpos el cambio que produce esta maravillosa fuerza cósmica. Y el sentimiento de paz y de amor será tan intenso que alcanzará a todos los corazones de los hombres, que llegará a los tiernos corazones de los niños y los tocará con esa suave brisa del amor divino y los envolverá en la Llama del Amor y los guiará por el camino justo y correcto hacia el gran templo de la Luz Eterna.
 
 
“He tenido en mi vida un punto de partida, he vislumbrando en mi vida un camino, he aprendido a andar en ese camino y ese camino me ha llevado hasta un objetivo: la Luz; me he llenado de ella y mi corazón se ha llenado de amor y he irradiado este amor y el mundo se ha llenado de luz y esta luz ha tocado a todos los seres del planeta y yo me he regocijado en la alegría de todos ellos; he visto cara a cara mi destino y he conocido de él y él me ha guiado y me ha atraído hacia la luz con la fuerza magnética del amor; he pensado en Dios y he sentido su luz en todo mi ser; he pensado en la luz y la luz ha penetrado en cada célula de mi cuerpo; y he pensado en mi cuerpo y he sentido que su vibración ha cambiado, que el Amor ha entrado en mí, que el amor ha engrandecido mis pensamientos y mis sentimientos y he dejado fluir mis pensamientos y he comenzado a crear y he dejado fluir mis sentimientos y mi creación ha comenzado a vivir y se ha fundido con la creación divina y todo es perfección alrededor, que supieron amarse tanto, que en cada palabra, que en cada mirada, que en cada sonrisa, sólo puede manifestarse al Divino Yo Soy”.