Sentirse unido a todo.

 

 

Cuando el ser humano se siente unido a todo, como parte y parcela del universo, es el momento en que el espíritu emerge conscientemente en él.

Entonces se llena de respeto y de veneración por la grandeza del universo y por la complejidad de las relaciones que se establecen entre todos.

Acoge el sentido último de ese proceso inconmesurable. Llama con nombres de amor a Aquel que ha ordenado y creado todo...
 


Leonardo Boff