Pedir el favor completo

 

Un hombre de condición humilde había perdido su herramienta de trabajo y pedía a los 

cielos el poder recuperarla encomendándose a un santo particular.

-Si haces que la encuentre, prometo que entregaré tres monedas de oro en ofrenda -decía

entre sollozos.

Al cabo de un rato, encontró lo perdido y exclamó:

-Oh, poderoso santo, que has logrado que encuentre mi herramienta, haz, por favor, que

encuentre ahora tres monedas de oro.