Mensaje divino para los servidores de la luz - 4

Mensaje divino para enaltecer es espíritu y renovar el deseo de seguir adelante, con verdadero sentimiento de amor incondicional.

 

 

 

MENSAJE DE JESÚS

TEMPLO RUBÍ DEL AMADO JESÚS

(Monte de los Olivos – Jerusalén)

AMANTÍSIMOS HERMANOS:

Hoy como siempre estamos con vosotros, siempre acompañándoos, siempre mirando a través de nuestras Esferas de Conciencia Superior, cada uno de los pasos que cada uno de vosotros va dando en vuestra evolución.

Cada uno de mis Hermanos quiere manifestarse continuamente a vosotros, más sin embargo no es posible a través de la manifestación física y quizá algunos de vosotros puedan escuchar nuestro llamado, puedan escuchar o sentir internamente la manifestación de Nuestras Energías irradiadas hacia cada uno de vosotros.

La mayoría de los seres, con alguna tristeza he de decirlo, se encuentran dormidos dentro de su conciencia material, se encuentran caminando a través de sus vidas sin elevar perennemente su espíritu, simplemente amando al Padre Celestial con gran devoción, con gran amor, dicense algunos cristianos, otros evangelistas, otros de la nueva era y miles de miles de nombres más que se manifiestan dentro del plano terrestre, para manifestar que se encuentran dentro de algún grupo espiritual. Mas sin embargo, Amados Míos, nosotros no podemos contemplaros como procedentes de una organización determinada, os vemos a cada uno de vosotros en vuestra esencia única. Observamos solamente a cada uno de los seres, vemos cómo cada uno de vosotros vais caminando por la vida, unos con mayor ahínco, con mayor ilusión, con mayor trabajo, con mayor despertamiento, más sin embargo, otros se contentan con designarse procedentes o miembros de algún grupo espiritual determinado.

Así pues, Amantísimos hermanos, nosotros que podemos visualizar y sentir la transformación de los tiempos en forma tan acelerada como se está presentando, nosotros que os amamos intensamente, y que sois nuestra responsabilidad, debemos actuar, debemos manifestaros de alguna forma que estamos con vosotros, y que necesitamos que os levantéis, que caminéis firmemente hacia la Luz, que trabajéis intensamente, especialmente en estos momentos actuales cuando los tiempos son tan cortos, cuando las oportunidades están por doquier, cuando todo está dado para el que decida, así haya estado en la oscuridad total, pueda levantarse, despertar y elevarse hacia un Plano Superior de Conciencia, para que cada uno de vosotros eleve su Frecuencia Vibratoria y pueda estar al alcance de Nuestras Propias Energías y pueda sentir y recibir cada una de las Ideas Maravillosas del Padre y cada una de las ayudas que por doquier se están dando.

Así pues, Amados Míos, cuando los seres se encuentran en aquietamiento, dormidos y en contentamiento con su trabajo espiritual continuo pero rutinario, lento y caminando a un ritmo determinado, es necesario que la naturaleza se mueva, que las experiencias vengan por doquier, que las manifestaciones se den fuertemente para que cada uno de los seres pueda despertar. Más sin embargo, a veces las manifestaciones de la naturaleza misma no son necesarias, porque nadie se las toma como si fuesen para sí mismo, sino que simplemente se contentan con decir: “son los cambios anunciados para la transformación del planeta”. Más cuando esos cambios y esos remesones son dados personalmente a cada uno de los seres, tocando en esencia su propia naturaleza material, su propia naturaleza física, moviéndolo de un lado para el otro, como si cada uno de Nosotros estuviese allí presente diciéndoles:

“Hermanos:

  • ¿Qué os pasa?
  • ¿En donde tenéis centrada vuestra fe?
  • ¿Cuál es vuestro fin último?
  • ¿Cuáles son tus esperanzas, cuáles son vuestros anhelos, cuáles son vuestros propios y verdaderos deseos para la transformación misma de vuestra esencia?
  • ¿Dónde están puestas vuestras ilusiones?
  • ¿Dónde está vuestra mente presente en este preciso instante?
  • ¿Qué mueve cada una de vuestras experiencias diarias?
  • ¿Cuáles son los motivos que os impulsan para caminar y vivir diariamente?
  • ¿Cuál es la verdadera naturaleza de vuestra materia física? ¿Está con vuestro espíritu o está con la materialidad misma, está con la Divinidad o está con el conformismo, está realmente buscando su propia liberación?
  • ¿Qué busca en realidad cada uno de los seres, la riqueza material o la riqueza del espíritu?
  • ¿Creéis, Amados míos, que el tener miles de monedas o de dineros físicos en vuestro mundo o quizá propiedades o quizá muchos de los aparatos que vosotros los humanos habéis creado para la distracción y diría mas bien para la pérdida misma de vuestra esencia, os van a dar la felicidad, Amados míos?
  • ¿Creéis de verdad que esto puede llevaros a sentir una plenitud, a sentir un contentamiento interior, a sentiros verdaderamente realizados?”

De cierto y en verdad os digo, Amados Míos, que nada de las cosas materiales por hermosas y deslumbrantes que sean, ni las mismas piedras preciosas, ni el mismo diamante que brilla con gran intensidad, podrá satisfacer vuestra propia naturaleza interior. Podréis tener a vuestro alrededor cada una de las cosas e incluso a muchos de los seres se les ha permitido tenerlas en abundancia, y sin embargo, dentro de ellos hay gran tristeza, hay gran desolación, hay gran dolor, algo en estos seres falta, algo que no han podido descubrir, algo que no han podido entender.

Así pues, Amados Míos, jamás el Padre Celestial ha abandonado a cada uno de vosotros. Mi Padre que es vuestro Padre solo quiere vuestra felicidad, solo quiere vuestra dicha. El está siempre presente en cada uno de los momentos de vuestra existencia y con toda propiedad y seguridad os he de decir que a ninguno de vosotros os ha de faltar el pan necesario para cada día, que a ninguno de vosotros se os dejará de cubrir las necesidades básicas de vuestra existencia, que a ninguno de vosotros os hará falta la Luz Maravillosa que emanará continuamente del Padre Celestial, que a ninguno de vosotros se os manifestará la soledad, la tristeza ni la escasez misma,  porque si estáis con el Padre Celestial, decidme Amados Míos, cuál de vuestros padres es capaz de abandonaros, el padre siempre está presente al igual que la madre, manifestando y dando a sus hijos lo mejor de sí. Como es en el plano físico es igualmente en el Plano Celestial, siempre el Padre Celestial que es  Padre-Madre en esencia unificada, está dando a cada uno de los seres, escuchadme bien, a cada uno de vosotros, lo que estáis necesitando, no más y no menos, todo lo necesario para vuestra transformación, todo lo necesario para elevaros a un Plano Superior de Conciencia, todo lo necesario para que entréis verdaderamente a la Edad Dorada, todo lo necesario para que podáis compartir con el Padre Celestial toda su Belleza, Perfección y Sabiduría, todo lo necesario que cada uno vaya pidiendo y necesitando en la medida misma de su transformación.  Incluso para muchos de aquellos seres que han alcanzado un Nivel de Conciencia Superior, una Vibración Elevada, se les dará también los recursos necesarios para ayudar a sus hermanos y para que dediquen todo su tiempo en servicio y ayuda de cada uno de ellos, irradiándoles el Conocimiento y la Sabiduría emanada del Padre, dando el Amor por doquier, irradiando su energía a través de cada uno de los seres.

Mirad, Amados Míos, y eso quiero manifestaros en nombre del Padre, en nombre de mi Amantísima Madre y de cada uno de mis Hermanos dentro de esta Gran Congregación Espiritual, que en verdad cada una de las experiencias que estáis viviendo, nada tienen que ver con que el Padre os haya abandonado, nada tienen que ver con las limitaciones del mundo material y con las apariencias. Cada una de estas experiencias tienen que ver con cada uno de vosotros, por que simplemente el Padre quiere deciros:

“Amado mío, Hermano, estoy contigo, ¿Qué necesitáis? ¿Qué queréis? Heme aquí dispuesto a ayudarte, no estáis solo jamás, jamás abandonaría a ninguno de mis hijos, jamás permitiría que nada que pueda lastimarlos y dañar su evolución se manifestara. Si ahora os estoy dando un pequeño remesón, Amado Mío, es para despertarte, es para decirte que ya no puedes dormir más, que tenéis que levantarte, que es hora de tomar todas tus armas para empezar a luchar y alcanzar y ganar vuestra propia batalla, esa batalla interior entre la materia y el Espíritu, que es el momento propicio para que alcancéis vuestra liberación, que es el momento propicio para que alcancéis vuestra libertad, vuestra verdadera felicidad, para que podáis sentir la plenitud y la dicha de lo que es estar en Unificación con el Padre Celestial, donde todas las Riquezas Espirituales y materiales serán manifiestas”.

QUE LA PAZ SEA CON CADA UNO DE VOSOTROS.

MI PAZ OS DOY, MI PAZ OS DEJO, ETERNAMENTE.