Mensaje-canalización / ceremonia de transmision de la llama de la precipitacion, celebrada en bogota.

Enviamos a cada uno de vosotros, toda nuestra Luz, toda nuestra Energía. Así como cada uno de vosotros desde vuestro propio interno, desde vuestro sentir más profundo habéis  trabajado al unísono para irradiar esta Energía de la Precipitación a cada uno de los seres y al planeta mismo, igualmente nosotros aquí reunidos enviamos a cada uno de vosotros toda la Irradiación, toda la Luz y todo lo que irradia la Llama de la Precipitación.

Para vosotros, amados míos, la Precipitación significa la realización de cada uno de vuestros anhelos, tanto espirituales como materiales, para nosotros la Precipitación tiene un significado más profundo, trasciende mucho más allá de los deseos humanos, de los deseos de las mentes de los mortales, la Precipitación es la unificación de todas las energías para un propósito único, para el propósito de la raza humana, para la elevación de conciencia de cada uno de los seres que habitan en el planeta mismo.

La Precipitación es una energía que se va calando por cada una de las sustancias existentes en el universo mismo, es la condensación de todas las energías unificadas en una sola para producir un efecto de realización, de unificación y de verdad para proveer todo aquello que se requiera en cada uno de los planos de existencia, sea de naturaleza positiva o de naturaleza negativa ante los ojos humanos; porque he de deciros amados míos que nada es positivo y nada es negativo simplemente necesario; y hoy, amados míos, queremos que cada uno de vosotros pueda entender el significado de la precipitación, que puedan entender que aunque en estos instantes en el lugar en el que estáis cohabitando se están precipitando energías que son poco agradables y que causan dolor y tristeza en muchos de los corazones humanos; sin embargo son necesarias amados míos para la limpieza misma de vuestra nación, para el despertar mismo de cada una de las conciencias que habitan en ella y aunque puedan ser dolorosas, difíciles de entender, sin embargo están ayudando para que cosas aún peores puedan disminuirse en el efecto mismo en que vayan a producirse, es difícil cuando un niño se cae y sufre un gran golpe que le duele infinitamente, que él pueda entender en ese instante que ha sido librado de un golpe más fuerte que pueda afectar en sí toda su materia y su entendimiento.

Es para nosotros en este instante un sufrimiento menor el que está viviendo la humanidad y que puede contribuir para que la liberación energética de toda la energía contenida dentro del planeta mismo vaya saliendo lentamente sin producir catástrofes mayores. Amados míos: siempre estamos con vosotros, vivimos cada instante y cada dolor de la humanidad y aunque entendemos su propósito final, sin embargo nuestros espíritus se conduelen, quisiésemos evitar tantas transformaciones y tantos dolores; mas sin embargo desde nuestro estado y desde nuestra visión entendemos que son necesarios, que son importante, que son liberadores, que son transformadores y que están ayudando para que la humanidad misma vaya despertando para que cada ser empiece a preguntarse sobre su existencia sobre la vida misma que hasta ahora ha vivido sobre cada una de las obras que ha realizado, sobre cada una de las convicciones y creencias que hay dentro de su propio interno para que así mismo pueda entonces levantarse, abrir sus ojos, correr sus velos, despertar su conciencia y empezar a vislumbrar una verdad diferente, una verdad absoluta que va mas allá de todas las creencias existentes en las diversas manifestaciones espirituales  existentes en el plano actual.

Es el momento mismo para que cada ser empiece a encontrar su propia verdad empiece a condolerse por el dolor humano, empiece a despertar dentro de sí ese sentimiento y ese deseo de colaboración con sus hermanos, empiece a identificarse con cada uno de ellos, empiece a unirse como una sola célula. como un solo ser, como una sola unidad entendiendo que ante el peligro todos los seres han de trabajar para colaborar el uno con el otro ayudándose hombro a hombre sin distinción de razas, ni de credos, sin distinción de clases sociales, sin distinción de conocimientos intelectuales ni espirituales, todos unidos bajo una misma causa, es el momento del despertar de vuestros corazones, el momento de unirse con cada uno de nosotros para trabajar al unísono por el florecimiento de esta tierra maravillosa. Recibid cada uno en vuestros corazones la Llama de la Precipitación para precipitar el cambio, para precipitar la transformación de vuestra existencia, para precipitar  todo aquello que sea necesario para la liberación  misma de la tierra como planeta de tercera dimensión. 

 

La Paz, el Amor, la Luz, la Unidad,  la Cohesión Universal se presente ahora y se manifieste en cada uno de vosotros.

Ciencia Cósmica