La duda nos detiene.

 

"Haced cada día algunos de los numerosos ejercicios que os he dado; gracias a ellos iréis muy lejos, no debéis tener ninguna duda al respecto. Dejad pues de dudar y de preguntaros: «¿Pero, vale la pena? ¿No es tiempo perdido?» No temo vuestras dudas, no, porque sé que un día u otro os veréis obligados a descubrir la utilidad de estos ejercicios. Lo que a vosotros os perjudica es la duda. 

Entre estos ejercicios, hay uno que deberíais practicar lo más a menudo posible. Cuando tengáis algunos minutos libres, tratad de hacer el silencio en vuestro interior y proyectad vuestro pensamiento lo más alto posible, dejando de lado cualquier otra preocupación. Más tarde, en los momentos difíciles, comprenderéis la utilidad de poder liberar vuestro pensamiento para dirigirlo hacia las alturas, hacia la luz. Porque, mediante el pensamiento, podemos destruir el mal en nosotros mismos 
y a nuestro alrededor" 

Omraam Mikhäel Aïvanhov