Fuerza peregrino!

 

Si eres un peregrino …

 

Quiero decirte que en tu búsqueda vital emprendes un camino interior, basado en una práctica espiritual, de la que esperas inicialmente resultados razonables, compensaciones a tu esfuerzo.

Tiendes a medir utilitariamente tu práctica, y te desorientas cuando descubres que en medio de ella te sientes más perdido todavía…

“siguiendo ríos sin nombre” dice el poeta mistico.

Este paso de salir a lo desconocido, de poner en duda lo asumido hasta aquí, de aceptar no saber y sentir la soledad esencial, es un paso crucial y de gran coraje.

Es una decisión libre que todos los buscadores espirituales, iniciados en el camino…, han de tomar. Para ello hay que estar preparado.

No consiste en asomarse fuera de casa, ver si llueve y volverse al fuego del hogar hasta que se despeje y salga el sol.

Aunque la fuerza flaquee, no debe haber vuelta atrás, a pesar de lo duro del camino, de la oscuridad de elegir tu destino, de la dificultad de no encontrar dogmas en los que refugiarte.

En tu práctica espiritual, compañero de vuelo, este primer periodo (pre-contemplativo) es de depuración y pérdida.

Perdida de seguridad en lo que antes considerabas fijo y estable, perdida del artilugio del yo, esa figura mental que te has creado y con la que te identificas. A partir de aquí te mueves en oscuridad, en una sensación de muerte, como si hubieras perdido tu identidad.

Sin embargo… El “SER” nunca se ha perdido. ¿Qué necesidad hay de buscar?

Sólo a causa de la separación de mi verdadera naturaleza, fracaso en encontrarlo. En la turbación de mis sentidos pierdo incluso mi camino. Lejos de mi hogar, veo muchas encrucijadas, pero desconozco el verdadero sendero que me lleve a mi casa.