El crecimiento espiritual y el re-conocimiento de quienes somos.

El CRECIMIENTO ESPIRITUAL
 
Cuando uno toma el camino y comienza a crecer, todas las tendencias en estado latente, fuertes y débiles, son intensificadas y sacadas adelante para ser dominadas. En vez de perder la prueba de auto-iniciación entre tu voluntad para crecer y los enemigos  kármicos que te destronarían, es necesario que estuvieras dispuesto a perder todo para ganar la meta. Esto debe ser así.
 
Todas las vivencias son desperdiciadas, y uno sólo pospone su re-incorporación de alegría infinita, si no usa las experiencias de la vida para aprender.  Cada individuo desagradablemente tiene una lección de alegría en eso.
Cuando uno elige crecer, su vida se convierte en una paradoja para esos del mundo. Cualquier intento por justificar lo que hace lo hace parecer lo más desesperadamente contradictorio. En la calma y la tranquilidad está tu fuerza. Silenciosamente permite que tu crecimiento brille tanto que la tranquilidad les proclame fuerte la grandeza de tu camino. 
El crecimiento es la evolución en reversa, es decir, la desatadura de las limitaciones que hemos aprendido durante los siglos, y toma tiempo y continuo hacer. 
El crecimiento es volverse libre. A medida que crecemos, debemos hacernos más libres y más libres del comportamiento condicionado por compulsiones e inhibiciones aprendidas en el entrenamiento antiguo .Asimismo, debemos librarnos del comportamiento basado en las tradiciones.
 
La libertad es hacer, o no hacer, como escojamos. Para ser feliz, uno debe ser bueno por elección. Ser bueno porque uno siente que debe serlo, debería serlo, o se ve obligado a ser bueno, no trae felicidad ya que ésta no es una elección libre. 
Un mayor obstáculo es vencido por una mayor verdad. Mientras más crecimiento, más simples son todas las cosas.
El crecimiento es la eliminación del ego y la realización de tu Yo.
Cuando el ego es cero, Dios es todo. Uno debe levantarse a sí mismo hasta el nivel del conocimiento espiritual para percibirlo. No bajar al nivel donde no está. La tasa de crecimiento es directamente proporcional ala intensidad del deseo por eso. 
Sólo realizando la Verdad uno conoce la Verdad.
Una realización es el reconocimiento de alguna Verdad dentro.
Es a través de las realizaciones que crecemos.  Cuando realizamos, sabemos, y sabemos que sabemos. Una realización es como una luz brillante encendiéndose en la mente revelando algo aparentemente nuevo. La realidad es que siempre ha estado ahí y nos acordamos de eso otra vez.
La realización es la revelación.
La máxima realización es que siempre hemos sido seres completamente realizados; Que todo lo que necesitamos hacer es remover la ignorancia de este hecho.
La liberación es el camino hacia la realización.
 
 
 
Metodos prácticos para ser considerados:
 
 Revisa tu comportamiento del día, al final de cada día, como un método de crecimiento rápido. 
Cuadra todo con amor, revisando el comportamiento a la luz del amor, y toma la responsabilidad completa por lo que sea que ocurrió. 
Examinar el comportamiento, a la luz del amor, con esos que uno se siente más cercano, es muy revelador y útil para el crecimiento de uno.
Practica amar a esos que se oponen a ti.  Asegúrate de que no estés suprimiendo tu oposición. Si hay oposición u odio, reconócelo con la actitud que esto, también, pasará.
La introspección pone a la vista la subconsciencia y la hace consciente, permitiéndonos cambiarla. Las reacciones pueden ser utilizadas como oportunidades para crecimiento buscando su fuente y por consiguiente eliminándolas.
Acentúa lo positivo, elimina lo negativo y no tengas nada que ver con “Don Intermedio”.
Es mejor actuar equivocadamente que no actuar. Ninguna acción es paralizante. Por la acción equivocada uno aprenderá la acción correcta.
Obedécele ya sea a Dios dentro, tu Yo Interior, o Dios fuera, al Maestro, y descarga tus cargas.
 
Estamos aquí y ahora completamente Realizados diciéndonos a nosotros mismos que no lo estamos, diciendo, “Necesito esto, necesito eso, estoy limitado po resto, estoy limitado por eso”. 
Todo lo que necesitamos hacer es dejar de sentir que estamos limitados y comenzar a ser el Ser Ilimitado que en realidad somos.
 
 
 
 
 
TÚ UN SER DE LUZ.
 
 
 
Uno de los descubrimientos más fabulosos y útiles, no se relaciona con los avances tecnologicos. Se refiere al reconocimiento de que somos seres de luz y energía. El impacto es tan grande que abre las compuertas para que te puedas comunicar mentalmente, viajar sin barreras del espacio y sin desplazamiento físico, la popularización de técnicas como la telequinesia o el movimiento mental de la materia, el poder de predecir, la intuición sin límites, la posibilidad de leer la mente de los demás, la sanación con las manos o el reiki, y todo lo que te imagines. La ciencia ficción puesta a tu servicio y convertida en una realidad.
El camino y sendero de la espiritualidad, ya venía anticipando este maravilloso descubrimiento, cuando hacía referencia a los viajes astrales, la levitación, la sintonización energética, la visualización y poder de la luz, la utilización del sonido para calibrar y afinar las vibraciones entre los cuerpos, la presencia de los ángeles, la presencia de seres superiores llenos de energía y luz.
 
 
 
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¿Para que te sirve reconocer que eres un ser de luz y energía?
 
Lo primero es que te des cuenta que las emociones y su manejo es clave, porque a partir de la energía generada o extraída, puedes lograr motivación o desmotivación, sentirte mejor o peor, alegre o triste, vivo o muerto. Lo segundo es que puedes aprovecharte de este conocimiento energético para lograr efecto positivo en tu vida. Por ejemplo, Saber descansar es clave para cargar baterías, saber utilizar tus esfuerzos te hará más efectivo y punzante, tu fuerza interior te permitirá sobrepasar cualquier obstáculo, acudir a la luz te proveerá tranquilidad y crecimiento, entre otras muchas aplicaciones.
Las relaciones entre las personas se nutren no solo de acciones físicas directas sino de calor humano y mucho afecto, que no es otra cosa que el intercambio de energía, la fusión, entrega y retorno de la misma, fortalecida con dichos encuentros, a veces fortuitos. Si entiendes que tu interlocutor es un ser de luz y energía, podrás entenderlo, visualizar sus necesidades, y evitar los corto circuitos innecesarios.
Tu interior es una fuente inagotable de energía que estará siempre disponible si la deseas utilizar. No la debes malgastar con problemas que no están en tus manos atender, ni con preocupaciones sobre el futuro que tal vez nunca vendrán, ni con rencores del pasado que fueron y no deben estar más. Los ejercicios espirituales periódicos te darán la estabilidad y bienestar, te sintonizarán con tu energía interior, y con la clarividencia para encontrar tu camino a seguir.
 
 
 
 
Vive el presente
 
Cuando eres joven piensas en el futuro y cuando eres adulto tu visión se revierte hacia el pasado, entonces ¿para cuando dejas el presente? El presente es un regalo, un instante, un segundo, un momento en donde la conciencia se funde con el cuerpo para sentir plenamente y en forma amplificada. Los recuerdos del pasado o los anhelos del futuro, también te hacen sentir pero solo el presente podrá hacerte vibrar.
El bienestar se alcanza cuando estás en el equilibrio perfecto, sin excesos ni exageraciones, y evitando que el vicio y la adicción te  confunda y te desvíe del placer. Toda comida es benéfica mientras se consuma en la dosis adecuada, y toda satisfacción será gratificante
mientras no pase los linderos del equilibrio. El presente es el equilibrio perfecto entre el pasado y el futuro, las angustias y ansiedades, los miedos y temores.
El pasado ya se fue y no podemos hacer nada por él, mientras que el futuro tal vez nunca llegue y aunque podemos forjarlo, requiere del adecuado tiempo para que se convierta en presente o pasado. Solo el momento actual, del aquí y del ahora, nos pertenece plenamente,
pero desafortunadamente lo dejamos ir sin que nos percatemos al respecto.
Vive el presente y serás feliz, para que dejes de preocuparte por lo que pasó o pasará, lo que pudo ser y no fue, el rencor del recuerdo o el miedo al mañana. Ocúpate ya mismo de lo que verdaderamente le da valor a tu vida, el momento presente. ¿Estás conciente de ello?
El presente se nutre de la observación y la conciencia, las cuales son dos herramientas y bastiones que nos permiten aterrizar y vivir lo que está pasando, sentir a plenitud y recibir bienestar como resultado. Cultiva tu capacidad observadora para deleitarte con el entorno,
tus sentimientos y pensamientos, lo que estás haciendo y cómo lo estás haciendo. Cuando hablas con otra persona no te distraigas en otras actividades, igualmente, cuando realizas tu trabajo enfócate en él, no te preocupes por lo que dejaste de hacer, tampoco por lo que te falta, ni mucho menos por desear lo que no tienes. Vive el presente a plenitud y serás feliz.
La mejor forma de concentrarte en el presente es actuar, sentir y pensar, en una cosa a la vez, no persigas las multitareas ni creas que es mejor el que puede realizar varias actividades simultáneas, porque ninguna se hará bien y ninguna te provocará placer. De la misma forma como no puedes servir a dos clientes al tiempo, y lograr su satisfacción plena, no te distraigas con el pasado o el futuro, ya que solo el presente te podrá hacer feliz.
Inténtalo y verás el inmenso resultado.
 
 
 
 
 
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