Concentraos en todo lo bueno.

 

 

A veces vivís momentos que son como una bendición que recibís del Cielo...

Conservad preciosamente su huella,

sabiendo que la verdadera felicidad se halla en una atención constante centrada en las cosas hermosas,

en la sensibilidad hacia todo lo que es divino.

Cuando sentís que el espíritu y la luz os visitan, no os mostréis negligentes,

no dejéis que estas impresiones se borren pensando inmediatamente en otra cosa;

deteneos un buen rato pensando en ellas para que penetren profundamente en vosotros.

De esta manera dejarán en vuestra alma unas huellas eternas, y estas huellas os inspirarán sin cesar.

Es una costumbre que debéis adquirir: en vez de recrearos siempre en los estados negativos, las decepciones y las animadversiones, alimentándolas y reforzándolas, dejadlas a un lado, concentraos en todo lo que recibís de bueno, puro y luminoso.
 


Omraam Mikhaël Aïvanhov