Con una Actitud Positiva y un Corazón dispuesto, experimento el bien de Dios

 

 
 
CON UNA ACTITUD POSITIVA Y UN CORAZÓN DISPUESTO,
EXPERIMENTO EL BIEN DE DIOS
 
 
 
 
 
 
La actitud lo es todo. Mi actitud influencia el curso de mi vida.
Tengo el poder de decidir —a cada momento—
cómo tratar a las personas y las situaciones en mi vida,
y qué actitud y cuáles acciones debo fomentar para seguir adelante.
 
En mí yace la habilidad para ser dichoso y sentirme satisfecho.
Al estar consciente de ello, elijo ser feliz hoy y vivir al máximo.
Elijo tener una actitud libre de temor, no importa lo que experimente.
Veo más allá de las apariencias y vivo con gratitud.
 
Elijo ser optimista acerca del futuro
y permanecer receptivo al bien de Dios en mayor medida.
Mi actitud lo es todo,
porque me ayuda a crear una realidad mejor para los demás y para mí.
 
 
 
 
Escojamos para nosotros lo que es justo; conozcamos entre nosotros lo que es bueno.—Job 34:4