Ciencia Cósmica 3, por Gabriel Vallejo

Cuando alguien tiene sed, seguro es que busca donde se encuentra el manantial, porque lo que necesitan sus labios es el agua fresca y pura. Cuando alguien quiere la fragancia, la busca en las corolas de las rosas nuevas y si quiere el sabor, lo busca en la fruta madura que ha besado el sol…

Llegamos al culmen de una vieja escuela de aprendizaje, y nos iniciamos ahora con los verdaderos misterios que siempre has querido descubrir.

En verdad de verdad, yo te digo que; toda la información que hasta ahora yo he puesto ante tus ojos, ha servido de impulso para el nuevo sendero que ahora recorrerás conmigo.

Falso seria tu proceder si obligas a tu intelecto a comprender los misterios del universo sin antes haber comprendido quien eres tú.

Si no estás realmente preparado en los caminos de la sabiduría divina, no veas estos videos, porque solamente perderás tu tiempo y confundirás tu mente, la cual, necesita de la luz, pero, filtrada por el tamiz del conocimiento.

Si traes en tus manos la sublime antorcha y eres de los sedientos de la verdad, no temas de abrir la puerta de este santuario, seguro en que si tienes discernimiento, los velos del misterio irán cayendo uno a uno ante tus conocimientos y encontrarás el oculto secreto de la LUZ.

Que no sea la curiosidad la que te ha haya guiado hacia este sacro templo.

Tú buscas la verdad del misterio: ¿estás seguro de que puedes recibir esta verdad?

Si así fuere, bien está…

¡Salva el umbral del Templo!

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Cuando alguien tiene sed, seguro es que busca donde se encuentra el manantial, porque lo que necesitan sus labios es el agua fresca y pura. Cuando alguien quiere la fragancia, la busca en las corolas de las rosas nuevas y si quiere el sabor, lo busca en la fruta madura que ha besado el sol…

El hijo del Hombre